Catarata de Tsyapo – Vraem Perú

Vraem es el mejor lugar para hacer turismo en la Selva del Perú, La Catarata Tsyapo los espera con abundante frescura y vegetación.

Henry Gines: Cuando comenté a los amigos que el mejor lugar para hacer turismo era en el VRAEM se convencieron definitivamente de que estaba loco… bueno, y no es para menos, luego de todas las historias de horror que se cuentan y ocurren en esta temida parte del país sería impensable para una mente cuerda aventurarse en sus dominios. Pero, no es tan así la cosa… antes que nada, debemos aclarar que VRAEM significa Valle de los río Apurimac, Mantaro y Ene y para aquellos que conocemos bien el lugar (yo fui corresponsal de guerra allí), sabemos que la zona convulsionada o peligrosa se encuentra en los alrededores de la confluencia de estos ríos, aclaremos también que los conflictos ocurridos han sido siempre contra las fuerzas del orden que tratan de acabar con el narcotráfico, eso del narcoterrorismo es un cuento, solo es narcodelincuencia.

La zona que propongo, y me gusta particularmente, se encuentra en el curso medio del río Ene, a partir de la comunidad nativa Cutivireni, ubicada a 7 horas en bote desde Puerto Ocopa. De Cutivireni a la llamada zona roja es otro día más de viaje. Aquí las rondas nativas y campesinas son suficientes para amedrentar a los delincuentes, además de existir un estricto control de ingreso por parte del ejército.

Bien, aclarado que no estoy tan loco como algunos piensan, pasaré a contar que hay y por qué es tan especial esta zona. Para empezar contaré que aquí se encuentran las más hermosas caídas de agua del país, una de ellas, conocida como Las Tres Hermanas, presume ser la segunda más alta del mundo según la Base Mundial de Cataratas (WWD), con increíbles 914 m de caída; también se encuentra el Pavirontsi o Puente de Oro, el puente natural más grande del mundo con 220 m de largo; cavernas no exploradas, lagunas jamás visitadas, nativos no contactados o en aislamiento voluntario y bosques climax pletóricos de vida silvestre, mucha de ella endémica.

Hoy los llevaré, a través de las imágenes, hacia uno de los puntos más cercanos a Cutivireni: La catarata de Tsyapo la cual a pesar de ser una de las más pequeñas de la zona, pues tiene solo 67 m de altura, es a juzgar por las impresiones de aquellos que tuvieron la fortuna de visitarla, el más encantador refugio silvestre.
Bien, la aventura se inicia partiendo desde la ciudad de Satipo hasta Puerto Prado, una hora y media de viaje aproximadamente, para luego tomar un bote que lo llevará surcando por el río Ene durante 7 horas hasta la comunidad nativa de Cutivireni; atravesando hermosos paisajes selváticos como el Pongo de Pakitsapango o Cañón del Diablo.

Una vez en Cutivireni se debe acampar y descansar temprano.
Al día siguiente, a las 4 de la madrugada, se inicia la aventura con un buen desayuno y a caminar se ha dicho… Dos horas sirven de calentamiento para llegar a la comunidad nativa de Tsyapo, a través de un sendero sin mucho relieve lo cual facilita su tránsito. A partir de allí el camino se vuelve líquido pues se tendrá que ir por el lecho del río que, para suerte de los visitantes, está compuesto en su mayoría por sedimento calcáreo que evita los resbalones y nos regala con hermosas caídas de agua y pozas de frescas y cristalinas aguas que son verdaderos jacuzzis naturales.

Por fin, ya casi al final del camino, divisamos al Watty, hermosa catarata que recibe a los visitantes y es un magnifico preámbulo de lo que se verá a continuación…
Por lo general los visitantes llegan hasta la base del Watty para hacerse las fotos hasta que de pronto sienten la fuerte y húmeda brisa que llega desde la derecha… al volver la vista se encuentran con una visión de ensueño… no hay otra descripción… es la catarata de Tsyapo… cuatro horas de camino magníficamente recompensadas…

Aún con la mirada extasiada por la visión, trepamos a lo alto del acantilado para anclar las cuerdas y lanzarnos por la caída… una sensación indescriptible que solo se encuentra aquí… en el corazón del VRAEM.

Dicen que la vida no se mide por las veces que respiramos sino por los momentos que nos dejan sin respiración… este es, sin duda, uno de ellos… atrévase a venir… estamos aguardando por Ud. y lo acompañaremos al ritmo del fuego, con cantos, tambores, conjuros, vientos hechos música, que lo cargarán con una energía extraordinaria… necesaria para recorrer la legendaria… tierra de los Antis…